
Pepa caminaba entre la no vida, las condiciones estáticas la engañaban, el día a día también, era una contradicción total. El único ser animado, todos sumidos en una condición inerte fuera de sí mismos se mentían: creyendo que la vida continuaba, ¡pero si no creían ¿cómo podría ser posible esto? El cielo encima de ella, la noche de ella, la congelada mañana se revelaba a sus facultades sensoriales, ella amaba aquello. Ni los perros ladraban, ni la gente reía, ni Escolástico Aceituno se aparecía maullando por un poco de leche... Silencio y amor(sin muerte), un trabajo artístico que no se vivía, no se vive, no se debería vivir por el miedo a la muerte, hay algo dentro de todo y las características atribuidas hacia nosotros mismos nos son limitantes, somos más que aquello y que eso, trabajar la emotividad del humano inmerso en la cada vez más acomplejizada y errante vida mecánica. Luego Pepa decide llegar a las alturas del cielo y cae sin perdón al centro de la mierda desechada en lo que llamamos Santiago, debe caminar o sino el frío la consumiría y busca un lugar para ocultarse de la lluvia. Encuentra algo que la protege, aunque esto no la salva de su mayor preocupación que es su pinche, creo que hace dos días lo había perdido al arrancar de los verdugos del pueblo, pero si es todo tan irreal, ella, la más libre de todas bajo condiciones que no sabía de dónde habían salido, pero si el estado es algo irreal. Chiquita, tú eres una dama, no debieras combatir de esa manera, por qué elegiste tomarte en serio lo que ya nadie se toma en serio si no cambiará nada. Lo siento, necesito sumirme a esto no puedo seguir, es que ya no lo soporto más decía. Morirás de hambre, no te lo recomiendo, una necesidad, una prioridad, es bastante como nos vemos engañados: recogidos y divididos en dos, no pierdas la cabeza. Pepa decide levantarse y perder el escepticismo, la verdad no sabe cómo empezar e intentará forjar aquel camino.
De niña pensaba que se llamaba cállate pero a los seis años se dio cuenta que no era su verdadero nombre, hoy también comenzaba a pensar que ese era su nombre. No era el humano más apropiado para vivir en sociedad, en esta no por lo menos, después de haber salido del colegio se dedicó a frecuentar las cárceles y los manicomios, a pesar de todo el esfuerzo de que se socializara, los esfuerzos por borrar su irracionalidad no eran acertivos, un total fracaso. Pepa alguna vez tuvo novio, era bastante soñador, sin embargo los sueños, sueños son y se marchitan si no se viven, hoy quizás qué será lo que está haciendo, vendiéndose como todos, no lo sé y tampoco es importante para conocer a Pepa: viajará en una cinta de celuloide y no volverá jamás, así de simple, escribirá la propia versión de su biografía y no dejará que nadie lo haga por ella, será su mayor realización cinematográfica, hay que tener cuidado con lo que piensa que tanto pensarlo llega a ser, tiene una facultad mental que está más desarrollada que el común de la gente, esto no implica que en su momento no hubiese sido considerada como una total estúpida, ¡eres una estúpida¡ cómo es posible que no comprendas, entiende, ya deja eso, no debieses seguir escribiendo poemitas en los billetes, ni en la calle, de qué te sirve, no ganarás nada con ello. Intentó dar el gusto y no le resultó, hubiera sido como autoflagelarse, mejor pensará en algo más complicado que la ciencia: en cómo puede llevar a cabo la revolución,se encapucha entre los que van al choque, lanza un par de piedras, de vez en cuando una que otra mólotov y nada, las ideas de levantarse álgidamente para producir los cambios al parecer no nacen de esta manera, a lo mejor si pepa tuviese mayor apoyo popular en esta lucha ganaría, la verdad es que a la mayor parte no le interesa, antes los obreros vendían su fuerza de trabajo manteniendo su estado de conciencia, la conciencia de clase y de su enajenación, hoy en día hasta de eso se ven privados, de cierta forma se les idiotiza, es que no es conveniente tener a un pueblo educado.
Pepa ve cómo todo su mundo se desborda, se retira, ya no quiere más y va al puerto, allá en San Antonio siempre soñó con un estado navegable: tener un barco propio y lanzarse hacia el océano sin remos, sin dirección, bajo el sol recién nacido de primavera mientras ella escribe y duerme sin parar y a veces canta. Falta el barquito que le satisfasga su necesidad, ¿robará? mejor que no, esta vez no,quiere que todo salga perfecto,que no se la lleven de nuevo, no lo soportaría otra vez, menos ahora que ha sentido por primera vez las brisas marinas. Camina entre las casas pintorescas por los cerros del puerto , ve los barcos que traen mercancías, es lo que quiere la gente, fines materiales. En realidad pepa nunca se vio atraída por cuerpo alguno, no era asexuada, sólo que consideraba el cuerpo un detalle tan superficial, una tapa, tuvo un gato con el que se comunicaba mucho y era como su sombra, la seguía hacia donde ella fuera, lo envenenaron, por qué tanto odio.
Descubrió un lugar donde habían muchos excedentes de pequeños y gigantes barcos, pedazos de madera y algunas herramientas oxidadas entre medio. Al fin podría soñar su sueño en la realidad, un sueño platónico, una idea perfecta que no se hecharía a perder en el contexto de lo real.
Cuando vivía en la cotidianeidad se dio cuenta que los periódicos anunciaban su muerte todos los días y seguía tomando su café como si nada, concluyó que la mecanización de sus sentidos la mataba, la monotonía como una vida mal vivida y las fechas fueron olvidadas porque al parecer no eran importantes. Ya está lista para realizarse, falta algo para escribir, mejor recitará todo lo que se le venga a la mente, de noche cantará hasta más no poder y de día saltará mientras las palabras se distorsionen (recuerda el afán educador de todos, esos humanoides se afanaban en enseñarle la gramática, que la sintaxis, que la filosofía, que el monopolio de la violencia por parte de estado llegó por la burocratización del derecho que la legitimaba totalmente y nos manteníamos en el mismo estado siempre( shu-u-u-u-aaa), que un poco de matemática y que la metafísica vale hongo a los ojos de lo práctico, existe un mundo concreto e invariable, por eso todos hemos perdido la fe, creemos que es imposible cambiar lo que está fuera de nosotros por esta cosmovisión que nos brinda el uso de la razón expresada en su máxima estancadora con la forma de la ciencia). Pepa en un mundo apático tuvo el valor de creer y no todas las personas son lo suficientemente fuertes para mantenerse en la línea, prefiere desaparecer antes que quemarse lentamente, o vivir con entereza o mejor dejar la vida.
Recorre la feria artesanal del puerto, ahí donde está los restos ferroviarios, camina y camina, instaló ayer en la hora crepuscular su barco que se mantiene esperándola. El océano está calmado, les ofrece una tregua a los hombres de la pezca. Luego de andar pepa se instala en su barco, pero una vieja demasiado vieja y sabia para ser humana le augura su muerte, vendrá un mar tempestuoso y nadie podrá hacer nada contra ello, ni la tecnocracia que todo lo abarca, la naturaleza desbordará todo lo que encuentre. Pepa no ha hablado hace mucho tiempo, tartamudea para responder "..." no es capaz de articular palabra alguna. Sus ojos responden por su lengua, es lo que desea, lo que ha deseado desde siempre y no hay vuelta atrás, las manos más hermosas y arrugadas del mundo la despiden, sonreiré por ti.
Pepa se lanza hacia el mar y presencia cómo entra la noche, en lontananza distingue los tonos naranjas, su noche es la mejor de todas, no existe luna, sólo una infinidad de estrellas interminables, cree en el universo entero y le recita los poemas más bellos que jamás compuso, ella se siente tan a gusto, no le gustaría terminar. Tanta tranquilidad que se vio volcada por las olas estruendosas, ella sin miedo cantaba, toda su vida la enfrentó sin miedo (anfobia) no tenía por qué ahora sufrir de éste.
Soñó tanto que tuvo que morir, ¿no es lo que les ocurre a todos los que creen con valor? nadie la lloró.